Después de la cuarentena, estrenamos «primeras veces»
En uno de los ratos de oración-reflexión que tuvimos este curso, decíamos que «dejamos todo para “después”, como si el “después” fuese la mejor opción…Y es que no nos damos cuenta de que…: “Después, el café se enfría / Después, la prioridad cambia / Después, el encanto se pierde / Después, lo temprano se convierte en tarde / Después, las relaciones se enfrían / Después, las cosas cambian / Después, los hijos crecen / Después, los seres queridos se van / Después, la gente envejece / Después, el día es noche / Después, la vida se acaba.”»
Esta vez es distinto, muy distinto: no lo hemos dejado para después sino que las circunstancias de la vida hicieron que tuviéramos que posponer muchas cosas, ¡y qué curioso!, esta realidad impuesta nos hecho apreciar y valorar mucho más, todo lo que tenemos, que era y es muchísimo.
Siendo así, no dudamos en afirmar que estrenaremos, como si fuera la primera vez: los cafés bien calentitos porque serán siempre con otros / Prioridades nuevas y más “afinadas” -¡todo qué va a ser igual de importante!- / La vida y su encanto dejando de lado los des-encantos pueriles / Los momentos siempre a tiempo, nunca inoportunos / Retomaremos relaciones que ningún confinamiento ha conseguido enfriar y que ahora valoramos y agradecemos particularmente / Estrenaremos algunas cosas que cambiaron en nosotras… ¡para mejor! / Sí, “hemos crecido como hijas” y, de alguna manera, nuestros padres nos han “estrenado” / Hemos hecho nuevos también el cariño y la preocupación por nuestros abuelos / Sabemos que, después de la penumbra padecida, los días brillan más / Y sin lugar a dudas, hay más vida y está cada vez más viva en nosotras, de lo que podíamos imaginar.
Si esto no pasara, si esto no ocurriera, sin lugar a dudas la Covid-19 habría hecho estragos en nosotras
-Además de los que ya ha hecho-. Pero doy fe -he hablado con cada residente- que lo mejor de cada una ha emergido con más fuerza aún que la fuerza que ya existía. No está siendo una cuarentena, está siendo una experiencia vital. Seguiremos en ello.
Mª Isabel Macarro Vera, adc
Directora de la residencia universitaria Cardenal Spínola